Otra vez la Liga Amateur Platense se encuentra bajo la lupa, y no precisamente por un suceso deportivo, sino que todo lo contrario. La violencia volvió a apoderarse de un campo de juego y casi termina en tragedia.
Fue en el duelo entre CRISFA y San Lorenzo de Villa Castells, de la cuarta categoría. Faltaban pocos minutos para el final del encuentro cuando un jugador del Verde cayó al suelo y uno del Cuervo le pegó una fuerte patada en medio de la cabeza, provocándole graves lesiones y dejándolo al borde de la muerte.
Así quedó Bruno. Fue a jugar al fútbol con sus amigos defendiendo los colores del Club de sus amores y lo patearon en el piso, indefenso. No hubo disputa del balón ni roces típicos del juego. No hubo lealtad ni espíritu deportivo. Ni siquiera tuvo la oportunidad de defenderse. pic.twitter.com/R96vfSYiiG
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En unos segundos, su vida pudo cambiar para siempre. No se puede pensar otra cosa y así lo atestiguan quienes estuvieron allí: lo quiso lastimar, lo pudo matar.
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Lo salvaron quienes lo pusieron de costado y quienes actuaron rápidamente para trasladarlo al hospital.
Por suerte para todos, hubo gente que reaccionó con celeridad e inteligencia. Y por desgracia, hubo una terna arbitral que obligó a seguir jugando a 20 chicos que, entre láfrimas, veían como se llevaban un compañero de urgencia y un inadaptado que no debería pisar más una cancha.
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De esto último se encargará la LIGA AMATEUR PLATENSE con medidas ejemplificadoras para que, de una vez por todas, se entienda que el que agrede y lastima no tiene lugar en este deporte.
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Por el bien de los Clubes, de los deportistas y de la propia Liga Amateur Platense, esperamos que sus dirigentes estén a la altura.
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"Sus compañeros lo dieron vuelta y estaba lleno de sangre, rota la nariz y tenía peso muerto. El chico estuvo dos o tres minutos muerto dentro de la cancha", contó Lucas Trusi -entrenador de CRISFA-, en diálogo con El Editor Platense, haciendo referencia a lo ocurrido con Bruno Barraza quien tuvo que ser auxiliado por sus compañeros en cancha y trasladado de urgencia al hospital.
"Los árbitros siguieron jugando, pero los dos equipos estábamos en desacuerdo", agregó el técnico, repudiando el accionar de los réferis. "'Quedate tranquilo que le doy la pelota al arquero que la va a tener en el pie', dijo el coordinador de ellos, en eso se portó bien. La idea fue dejar expuestos a los árbitros, que querían jugar con un chico muerto en la cancha", sostuvo Trusi.
De milagro y gracias al rápido accionar de todos, el jugador de CRISFA se encuentra con vida. "Si lo agarra dos centímetros más abajo, lo mata", remarcó con énfasis el entrenador del Barraza, quien padece una fractura facial y tuvo que ser hospitalizado. Cabe remarcar que las redes sociales se inundaron de repudios a lo sucedido y piden una mayor conciencia y seguridad por parte de los organizadores.
